Ucrania es el mayor productor de aceite de girasol del mundo, copando más del 21% del volumen total. A nivel mundial, supone el 10% del consumo total de grasas comestibles. Además, Ucrania, es el principal suministrador español de esta grasa vegetal.
La península de Crimea, en Ucrania, tiene una tradición olivarera milenaria. Grandes y centenarios olivos aún se encuentran en muchas partes de esta región. A principios del siglo XIX la olivicultura vivió su edad dorada. Tras esa época fue cediendo ante los cereales, principal cultivo de Ucrania. Se redujo de tal forma que llegó a desaparecer como explotación, quedando reducido a árboles ornamentales u olivos centenarios aislados, contando la mayor plantación con apenas 1,5 hectáreas en la zona de Simeiz.
Las condiciones climatológicas no son las más propicias para el olivar, la mayor parte del país tiene un clima continental. Sin embargo, en la costa sur de Crimea, con clima más mediterráneo, ha resurgido la olivicultura, contando con varias hectáreas de olivar y seis almazaras.
Ucrania, es un país pequeño productor de aceite de oliva. Tiene tan sólo 90 hectáreas destinadas al cultivo del olivo, repartidas en 27 parcelas, con un tamaño medio de 3,33 hectáreas. Lo que le convierte en el 61º país productor de los 66 que actualmente cultivan el olivar. Representa el 0,0007% de la superficie mundial de olivar, es decir, es un cultivo casi testimonial.
La superficie agrícola en Ucrania ocupa 42 millones de hectáreas (71% de la superficie de Ucrania). Es el país con mayor superficie cultivable del mundo, precedido por Dinamarca. La disponibilidad de tierra es uno de los factores claves en el desarrollo del sector agrícola del país.
Por otro lado, se han hecho algunos avances, como el relativo al régimen de propiedad de la tierra. En 2021 se ha eliminado la moratoria que prohibía la venta de tierras en el país, con ello se permite a los nacionales adquirir tierras en propiedad. Pero no será hasta 2024 cuando se vote en referéndum la adquisición de tierra por extranjeros. Esta medida potencia la realización de grandes inversiones tanto de nacionales como de extranjeros favoreciendo el desarrollo económico del sector primario.
Las plantaciones de olivar en Ucrania son eficientes, olivares modernos en seto en régimen hídrico de secano. Las principales variedades que se cultivan son: Picual, Arbequina, Koroneiki y Arbosana. Casi la totalidad de las aceitunas tienen como destino la producción de aceite de oliva, siendo casi inexistente la producción de aceitunas de mesa.
La cosecha media de las últimas tres campañas fue de 70 toneladas, de las que con un 14% de rendimiento se obtuvieron 9,8 toneladas de aceite de oliva. La productividad del olivar ucraniano es reducida, 0,803 toneladas de aceitunas por hectárea y 0,112 toneladas de aceites de oliva.
El 75% del aceite obtenido es aceite de oliva virgen y virgen extra y el restante 25% aceite de oliva virgen lampante. Es destacable que aunque no es un país gran productor, prima la calidad en la elaboración del aceite de oliva.
Ucrania tiene un perfil claramente importador de aceites de oliva, dado que su producción no puede abastecer la demanda interna. Principalmente importa aceites de oliva de Italia y España.
El volumen de negocios del sector oleícola es de 0,33 millones de euros. La industria oleícola ucraniana es muy pequeña, tan sólo existen en el país 6 almazaras de muy reducida dimensión. En términos de empleo, se generan 11.703 jornadas anuales de trabajo o lo que es lo mismo, 51 puestos de trabajo permanentes.
Aunque la tradición del cultivo es ancestral, en términos de demanda el consumo de aceite de oliva no es especialmente elevado.
El principal competidor del aceite de oliva español, es el aceite de girasol, del que Ucrania es el primer país productor, con más del 21% de la producción mundial. Esto es debido a la gran tradición en su consumo, su precio inferior al de aceite de oliva y la penetración en el mercado de las marcas nacionales.
No obstante, el consumidor ucraniano percibe el aceite de oliva como un producto de calidad y propiedades saludables a diferencia de lo que ocurre con otros aceites (como el de palma o colza) que se asocian con una baja calidad. Ucrania cada vez tiene mayor cultura de consumo de aceite de oliva, en los últimos años ha aumentado la popularidad del aceite de girasol alto oleico. Es el más parecido en su composición físico-química al aceite de oliva, pero tiene un precio inferior al aceite de oliva.
Del total de grasas vegetales y animales que se consumen en Ucrania, 1.439.267 t, sólo el 0,1% es de aceites de oliva,el 25% de grasas animales y el 74,9% se consume de otras grasas vegetales. Del total de grasas indicadas, el 95% se destina al consumo humano y el restante 5% a uso industrial.
Por tanto, 1.367 toneladas de aceites de oliva son consumidas en Ucrania. El consumo por persona y año es de 0,01 kg.
El perfil del consumidor ucraniano es mayoritariamente hombre (55,3%) en mayor proporción que las mujeres (44,7%) de más de 34 años (94% del aceite de oliva que e consume). De poder adquisitivo medio-alto (48%) residente en el núcleo urbano de las grandes ciudades ucranianas.
Referido a la estructura familiar del consumidor, el 48% es consumido por familias con hijos, tanto jóvenes como de mediana edad, el 20% es consumido por familias sin hijos (7% familias jóvenes sin hijos y 13% familias de mediana edad sin hijos), seguido por personas solteras o viudas (17%) y familias monoparentales (15%).
Si medimos el consumo según el nivel formativo, algo más de 6 de cada 10 litros de aceites de oliva son consumidos por personas de estudios medio-altos con estudios de educación secundaria (23%) y de educación universitaria (40%).
El consumidor ucraniano prima la calidad del aceite de oliva, siendo mayoritariamente consumido el aceite de oliva virgen extra (40%), seguido del refinado (35%) y virgen (20%). El aceite de orujo de oliva representa el 5% restante
En cuanto al envase, el 74% es adquirido en formato PET, seguido del aceite envasado en cristal (28%), siendo el 2% restante adquirido en lata.
Su uso principal es para el consumo en crudo, como aliño en ensaladas y con carácter estacional, puesto que aumenta su consumo en verano. También es utilizado para cocinar (24%) y en menor medida para asar o freír (5% y 1% respectivamente).
Se consume la mayor parte en los hogares, el 88%. El consumidor suele adquirirlo en supermercados (43%) e hipermercados (25%), seguidos de la compra directa en las almazaras, envasadoras y otros puntos de venta (21%). Vía internet lo adquiere el 8% de los consumidores y el 3% restante lo hace en las tiendas tradicionales.
Del 12% del aceite de oliva que se consume fuera del hogar, principalmente se realiza en hoteles (30%) y restaurantes (30%), seguidos de colectividades como colegios, hospitales, etc. (20%) y la industria conservera e industria de transformación alimentaria (10% respectivamente).
Actualmente, la guerra entre Ucrania y Rusia ha bloqueado las importaciones de dichos países de aceite de oliva, los cuales la campaña anterior importaron un millón de toneladas. Tiene un efecto negativo en el consumo de aceites de oliva, con la caída de demanda en Rusia, dado que es el mayor país consumidor no productor.
Por otro lado, la paralización de las exportaciones de aceite de girasol desde Ucrania ha provocado el aumento de su precio. Este hecho tiene un impacto positivo en el aceite de oliva, pues este actúa como sustitutivo del aceite de girasol y aumenta la demanda.