Procedente de Asia y conocida desde La Prehistoria. Su cultivo fue iniciado en el Neolítico y desde ahí fue extendiéndose a toda Europa, cultivándose en algunas de las civilizaciones más antiguas y fructíferas de la historia, griegos, romanos y el antiguo Egipto.
Desde la antigüedad se le atribuye a la uva la simbología de fertilidad, amor y maternidad. Es el símbolo de la transformación de la divinidad en el ser humano. Junto con el pan, el vino es uno de los elementos más importantes para muchas religiones como la católica, griega o romana. Por ello, tiene una gran importancia en la celebración de sus actos sagrados. En todos los lugares sagrados donde se celebraban actos religiosos, había plantaciones de uvas para elaborar vino. Esto ha sido plasmado en numerosas obras de arte a lo largo de los años. Las uvas son una fruta milenaria, elogiada en la historia mundial del arte.
En Egipto se encontraron referencias de la elaboración del vino en las pinturas del Valle de las Reinas. La realidad es que el vino, además del aceite de oliva, fueron imprescindibles en la alimentación de las antiguas civilizaciones, y por ello la presencia a lo largo de toda nuestra historia.
La cultura romana no solo posee numerosas esculturas de dioses relacionados con el vino, como la escultura del “Hermes con el niño Dionisio”, sino que también son numerosas las vasijas que poseen imágenes del proceso de elaboración de este. El genio Miguel Ángel, esculpió “El Baco Ebrio”, escultura que presenta una voluminosa copa de vino y racimos de uvas. Velázquez, Caravaggio, Goya y Rubens entre otros son artistas que también han querido elogiar y engrandecer las cualidades de la uva y la grandiosidad de un buen vino en obras como “La vendimia”, “Baco enfermo” o “el triunfo de Baco”.
El mundo cuenta con 7.402.000 hectáreas de viñedo, situado en el cuarto puesto en el ranking por superficie de cultivo leñoso permanente. Siendo Italia el país con mayor producción con 9.773.641 toneladas y China el país con mayor consumo con 10.344.647 de toneladas de su fruto y utilización de este, con tendencia ascendente en ambas actividades.
Genera un volumen de empleo de 20.056.500 jornales por año.
El consumo de uvas reduce el riesgo de padecer diabetes, además de ser beneficioso por su alto contenido en melatonina y su protección a la piel por los rayos ultravioletas. Las uvas favorecen al organismo contra los efectos de una vida sedentaria.