El pasado histórico de Jordania es su tesoro más preciado. Este país alberga alguno de los lugares más importantes para la arqueología a nivel mundial. Gracias a que el hombre dejo de ser nómada, empezaron a verse los primeros asentamientos y a generarse las primeras sociedades en Jordania y con ellas, la actividad mercantil surgida de las minas de cobre que aparecen en la región. La carretera del Rey, era la usada por la realeza para desplazarse, y también para la distribución y el desplazamiento de mercancías surgiendo así en sus primeros inicios el comercio.
Evolucionando así su sociedad llegamos al momento donde griegos, romanos y nabateos sin darse cuenta con el desarrollo de sus sociedades, nos dejan huellas históricas como lo es la ciudad de Petra. Conocida como “la ciudad perdida”, por que así estuvo, olvidada y pérdida debido a que quedó cubierta por la arena hasta el siglo XIX que fue hallada. Escenario árido, con esplendorosas columnas en el acceso a sus cuevas llenas de tumbas nabateas, antigua ciudad mercantil y enclave defensivo. Hasta el mismo Indiana Jones quiso asegurarse por sí mismo del tesoro que ofrece Jordania, y quedó fascinado en Petra.
Jordania se encuentra situado en el sudoeste de Asia. Su frontera limita por 1,744 km con Irak, Arabia Saudita, Israel, Palestina y Siria. Predomina el paisaje árido y desértico, cuenta también fronteras naturales como el gran valle de Rift y el rio Jordán donde habita la nutria euroasiática y numerosas especies de insectos. Jordania es un país con un clima cálido, aunque contra todo mito sus desiertos se vuelven fríos en invierno. Obligada mención al Mar muerto, lugar más bajo sobre la faz de la tierra, es uno de sus mayores atractivos y reclamos turísticos.
Respecto al mundo del aceite de oliva actualmente Jordania tiene 142.00 hectáreas de olivar. Se posiciona en el undécimo lugar en superficie de cultivo del mundo, en el duodécimo en producción de aceite de oliva y en el decimocuarto puesto en producción de aceitunas de mesa.
Del total de producción, el 82% corresponde a aceite de oliva y el 18% a producción de aceitunas de mesa. Con respecto al cultivo predomina de manera muy significativa el cultivo tradicional (82,1%), seguido del cultivo intensivo (15,7%), y, por último, el superintensivo con un (2,2%). Del total de cultivo, pertenece a secano un 71%, el restante 29% a cultivo de regadío.
Produce 25.500 toneladas de aceite de oliva, de las cuales se comercializa a otros países 330 toneladas. Del total de aceite producido, el 50% pertenece a un aceite de una calidad superior (virgen o virgen extra), el restante 50% pertenece a un aceite de una calidad más inferior como podría ser aceite de oliva lampante. Además, produce 32.830 toneladas de aceitunas de mesa, de las cuales se comercializan 6.170 a otros países.
Jordania tiene 47133 parcelas de olivar, las cuales tienen un tamaño medio de 3,01 hectáreas. Por hectárea se consigue 0,219 toneladas de aceite por cada hectárea, así como 1,288 toneladas de aceitunas de mesa por hectárea.
Tiene presentes 110 almazaras y 4 entamadoras. El volumen de negocio del sector oleícola en este país es de 114,07 millones de euros, lo que se traduce en 2.875.194 de jornadas reales.
Del total de grasas animales y vegetales que se consumen en Jordania, corresponden con el consumo de aceite de oliva el 16,8%, lo que supone 29.000 toneladas de aceite de oliva.
En cuanto al perfil del consumidor, lo consumen el sexo masculino más que el femenino, situándose respectivamente en un 55,6% y un 44,4%. Con respecto a las edades, a medida que la población es más mayor, en mayor porcentaje consumen el aceite de oliva, predominando las personas con edades entre 50 y mayores de 65 con un 30%.
En función de la estructura familiar, su consumo es mayor e igualado en familias de mediana edad con hijos y solteros o viudos (20%), seguido de familias monoparentales con hijos (18%). Aquellas personas que tienen un nivel de renta media-baja, consumen más aceite de oliva que aquellos que tienen una renta alta, y en menor medida consumen con renta baja. Situándose el consumo en las personas que tienen una renta media en el 50% y una renta baja en un 20%, y renta alta en un 30%.
Con respecto al porcentaje de consumo de aceites de oliva según el nivel de formación académica, se nota de manera significativa, como aquellas personas que tienen unos estudios superiores (universitarios), consumen en mayor proporción el aceite de oliva con respecto a aquellos que prácticamente no tienen estudios algunos.
Según la tipología de aceites de oliva, no consumen aceite de oliva, y lo que más consumen es aceite de oliva virgen extra en un 85%. En función del envase, en Jordania consumen más aceite de oliva en el envase de cristal (90%), seguido del envase de PET y lata (5%). El uso del aceite de oliva en Jordania se da por igual en crudo y para cocinar (30%), para asar y para freír alimentos (20%).
En función del establecimiento donde se adquiere el aceite, predomina la adquisición en los hipermercados (45%), seguido de tienda tradicional (25%).
Además, el 66% de las personas que consumen aceite de oliva en Jordania lo hacen dentro de sus propios hogares, el restante 34% fuera del hogar. Fuera del hogar los establecimientos donde predomina este consumo son en hoteles (40%), y restaurantes y colectividades (30%).