Ecrón fue una de las cinco ciudades antiguas de la Pentápolis filistea, ubicada al suroeste de Canaán. En el siglo XII a C. era una ciudad de gran envergadura, bien estructurada y fortificada que estuvo presente durante mas de 200 años y que ocupaba toda la extensión de la actual ciudad de Tell.
A los filisteos se les conoce por ser una población intrusa en Oriente Medio, procedente principalmente de laslslas Egeas, Grecia, Cerdeña y España. Se establecieron a lo largo de la costa del Mediterráneo Oriental,un enclave estratégico donde la agricultura, ganadería y comercio tuvo un gran desarrollo.
El auge y la magnitud de la ciudad de Ekrón, se debe fundamentalmente al sostén económico que procedía de la elaboración de AOVE y su comercio. Investigaciones han revelado la presencia de 115 molinos de aceite de oliva en la ciudad, las mismas que en todo Israel, por ejemplo.
Estos molinos presentaban una distribución homogénea dispuesta en tres habitáculos, uno destinado a la molienda para lo que usaban empiedros cilíndricos (italianos), otro destinado a la separación del aceite mediante capachos y a su almacenamiento en cantaros,y una tercera habitación que comunicaba con la calle destinada a la industria textil y su comercio. De esta manera, el espacio reservado para la almazara era polivalente, utilizándose para la extracción del AOVE en época de recolección y molienda,y con fines comerciales el resto del año, plena orientación al mercado.
Se estima que esta época, Ekrón producía cerca de 500 toneladas al año, lo que la convertía sin duda, en la ciudad con mayor producción de AOVE del mundo antiguo, y más elevado número de molinos, en términos de asimilado, se le podía conocer como la Jaén de la Edad del Hierro.
Por muchos siglos y milenios que pasen, el AOVE seguirá siendo el legado de muchas ciudades históricas en el mundo.