El Castillo de San Jorge situado en la capital del país portugués, Lisboa, es uno de los símbolos con más historia de la ciudad, está ubicado en la cima más alta de la colina que lleva su nombre, sobresaliendo su imagen en toda la capital.
Construido en el siglo V por los visigodos, se agrandó y fortificó por los musulmanes en el siglo IX cuando se le conocía como Castelo dos Mouros. A mediados del siglo XII fue reconquistado en un periodo de tres meses por Alfonso Henríquez, primer rey de Portugal, con ayuda de los cruzados, de ahí su actual nombre, pues muchos de ellos profesaban devoción al mártir San Jorge. En los siglos venideros hasta el siglo XVI, el Castillo gozó de su máximo esplendor, Lisboa se constituyó como capital del reino, el castillo se convirtió en Palacio Real, siendo por aquel entonces testigo de acontecimientos históricos como la recepción de Vasco de Gama a su regreso de la India.
El castillo en sí se trata de una fortificación de elevadas magnitudes con sus once murallas fortificadas, que ofrece la posibilidad de obtener una de las mejores vistas de la ciudad en pro de su defensa. Pero no son solo las murallas las que protegen a esta fortificación, sino todos los olivos milenarios que rodean la colina en la que se encuentra el castillo, conformando entre ellos, lo que sin duda es, una obra majestuosa de defensa y protección. Los olivos, situados a pies de castillo, alineados a lo largo de todos sus muros como si de guardas de pie se tratara para preservar y proteger eternamente la fortificación que ha sucumbido a numerosas civilizaciones y desastres naturales, como el terremoto de Lisboa de 1755.
Estas defensas naturales, que todavía hoy dan sus frutos, han sido testigos y aliados en muchas ocasiones de las reconquistas y la historia que se ha vivido en torno al castillo, prueba de ello, es la imagen que hoy muestran muchos de ellos en sus troncos retorcidos, símbolo de la prosperidad que se ha producido en torno a ellos, y que ha propiciado la tradición de lo que hoy es sin duda, una olivicultura de referencia a nivel mundial, sobre todo en el ámbito de la olivicultura moderna, y en las zona del Alentejo.