La palabra aguacate deriva de la palabra “ahuacatl”, del idioma “náhuatl”, y su traducción es “testículos”. Los nahuas los identificaban así por su particular forma al encontrarse colgados del árbol.
Procedencia milenaria, y los primeros datos de su consumo están datados en una cueva de Coaxcatlán. México es la cuna del aguacate, donde es fácil encontrar más de uno de estos árboles en cada patio de México, ya que los árboles de aguacate crecen por parejas.
Rápida fue la extensión del aguacate por el continente desde tiempos prehistóricos gracias al Mamut, quien fue el principal protagonista de su expansión por el continente americano debido a recorrer largos trayectos.
Una peculiaridad de todas las variedades del aguacate, es que su fruto contiene una semilla de gran tamaño, y que por este tamaño no era fácil de trasladar para la fauna de la zona. Para ser trasladada requería de un animal grande, que pudiera trasladarla sin que la semilla sufriera ningún daño en su proceso digestivo. Y en esa época los mamíferos que se encargaron de esta importante misión fueron los mamuts. Tras una degustación de los aguacates de la zona, se desplazaban por todo el continente, unas veces a más distancia que otras, y en sus viajes depositaban sus residuos, donde se encontraban los huesos del aguate. Paso a paso, viaje tras viaje, los mamuts y otros mamíferos de gran tamaño fueron plantando aguacates por todo el continente americano.
El mundo cuenta con 817.00 hectáreas de aguacate, situado en el decimosexto puesto en el ranking por superficie de cultivo leñoso permanente. Siendo México el país con mayor producción con 2.184.663 toneladas y el país con mayor consumo con 872.974 de toneladas de su fruto, con tendencia ascendente en ambas actividades.
Genera un volumen de empleo de 15.336.000 jornales por año.
Posee beneficios para el sistema inmunitario, aparato digestivo, aparato respiratorio y para el corazón. Beneficioso para la piel no solo por su ingesta, también por su uso en cremas y mascarillas faciales.