La biodiversidad es un término acuñado que indica la diversidad de especies de plantas, animales, bacterias y microorganismos que viven en un espacio determinado. La biodiversidad que hoy nos encontramos en el planeta Tierra es producto de millones de años de evolución, y a la combinación de múltiples procesos naturales y a la influencia que el ser humano ha ejercido sobre el medio.
En este sentido, el olivar y el medio donde se desarrolla conforma un ecosistema, donde conviven numerosas especies en todos los niveles tróficos. Estudios han determinado, algunos de ellos promovidos por la misma FAO (The state of the world’s biodiversity for food and agricultura, 2019), que las plantaciones de olivos pueden albergar hasta 200 especies de plantas de flora silvestre por hectárea, 90 especies de vertebrados y 160 especies de invertebrados asociados al cultivo del olivo.
Muchas especies de flora, y fauna de invertebrados, que son los cimientos de la biodiversidad, sin excluir a mamíferos, aves y reptiles, como codornices, perdices, búhos pequeños, abubillas, lagartos, lagartijas, entre otros, dependen de las explotaciones de olivar, donde se desarrollan, anidan, o toman el alimento necesario para su supervivencia, todo este conjunto hace que las explotaciones de olivar, sean líderes artificiales en la adopción y acogimiento de un gran valor natural, sosteniendo una gran diversidad de vida silvestre.
Las plantaciones de olivos del Mediterráneo, sirven como fuente de alimento para un gran numero de especies de aves migratorias procedentes del norte y centro de Europa y de África.
El olivar con un adecuado manejo, que contemple la sostenibilidad del medio donde se desarrolla, se convierte sin lugar a dudas, en EL MEJOR ENTORNO ARTIFICIAL DONDE SE POTENCIA UNA EXTRAORDINARIA BIODIVERSIDAD NATURAL, APORTANDO UN GRAN VALOR MEDIOAMBIENTAL, ADEMÁS DE ECONÓMICO, SOCIAL, Y CULTURAL, en el entorno donde se desarrolla.