Ceclavín es un municipio que está situado en la ribera del Tajo, al Noroeste de la capital cacereña y es frontera natural con Portugal.
Gracias al catastro de Ensenada, la más antigua y exhaustiva encuesta disponible sobre los pueblos de la Corona de Castilla de mediados del siglo XVIII, se sabe la importancia que el olivar tuvo antaño en el municipio. En la villa se registran 4 lagares de aceite que eran regentadas por las caballerías, y de los que todavía hoy, rodeados de los olivos que surtían con sus frutos a las almazaras, quedan restos de los empiedros que procesaban las aceitunas de toda una comarca.
El olivar junto con el aceite, además de ser uno de los motores principales en la economía del municipio junto con la vid y otros frutales, también forma parte de lo exotérico, y es que, existe un olivo conocido como el Olivo de Ánimas, donde algunos vecinos aseguran que aparecen misteriosas luminarias alrededor de las inmediaciones del olivo.
Sobre dichas luminarias, cuenta la leyenda que, tras el fallecimiento de una mujer, que mantenía una intensa amistad con su amiga, esta se le aparecía obligándola a realizar extraños ritos diabolizados. El último de ellos, le llevaron a una extraña y desconocida muerte en el interior de la iglesia donde se encontró su cuerpo sin vida desposeído de su lengua.
A raíz de este extraño suceso comenzaron a vislumbrarse las luminarias, es por lo que los vecinos del pueblo, creen que las animas que aparecen alrededor de este olivo, pertenece a las almas de estas amigas, que protegidas por el olivo, imploran entre mundos la petición de un entierro digno y el descanso de sus almas.