Desde finales de enero a principios de marzo, más de 30 países del planeta, en el hemisferio norte, y de mayo a julio, los restantes hasta 42, en el hemisferio sur, viven una espectacular transformación. Los almendros florecen despertando de un invierno crudo, anunciando la llegada de la primavera de manera natural. Ees uno de los primeros árboles que florecen, sinónimo de vuelta a la vida. De ahí que al almendro se le denomine el árbol que madruga, en hebreo, el que despierta.
Esa nueva vida que mencionamos en los párrafos anteriores fue la que motivó a Vicent Van Gogh a pintar su esplendorosa obra almendro en flor pensada para su sobrino y ahijado recién nacido, esta obra muestra a un Van Gogh luminoso, lleno de optimismo por el nacimiento del bebé, que sería bautizado con el nombre de Vincent.
Van Gogh pintó esta obra durante su estancia en el sanatorio de Saint-Remy, lugar donde había sido internado por voluntad propia tres meses antes de morir, dejándonos esta bonita, imperturbable y atemporal ventana a la naturaleza, conmemorando el nacimiento del pequeño Vincent, cuyo nombre fue escogido en honor al pintor, por Theo Van Gogh, hermano de Vincent, y su esposa.
El almendro es por superficie, con un total de 2,2 millones de hectáreas cubiertas en todo el planeta, el noveno leñoso por orden de importancia. Ostenta algo más del 3% de la superficie de árboles que cubren el planeta, cultivados con fines alimentarios. El 20% cultivado en regadío y 80% en secano. Se trata de un cultivo tradicional, aunque ya más de la cuarta parte son almendros modernos o en copa y algo más del 1% se cultiva bajo la categoría de seto.
Cada año se producen y consumen del orden de 1,6 millones de toneladas de pepita de almendra. Los key players en cuanto a producción son Estados Unidos, Australia y España. En consumo, Estados Unidos, India y España, por orden.
En el ámbito internacional, el volumen de negocio experimentado por el sector es de entre 12 mil y 14 mil millones de euros según campaña. Se trata, por tanto, de un cultivo estratégico en el ámbito internacional; y en el español, pues nuestro país ostenta el mayor rango de superficie de almendro del planeta.