El cultivo del olivo en Grecia se remonta a hace más de 4.000 años. Los descubrimientos realizados en yacimientos arqueológicos como Knossos, Festos, Malia, Micenas, Pilos y Tebas son testigos del papel que jugaron las aceitunas y el aceite de oliva en la vida y costumbres de la antigua Grecia.
Fueron los fenicios quienes llevaron el olivo a las islas griegas en el siglo XVI aC, desde donde se extendió ampliamente al continente griego. El crecimiento del cultivo del olivo y el uso del aceite de oliva en el Mediterráneo occidental se atribuyen en parte a los mismos griegos que difundieron el olivo en Italia.
En superficie de olivar, Grecia se posiciona en el cuarto lugar respecto al resto de países en los que se cultiva el olivo. Tiene 1.080.000 hectáreas plantadas de olivar, que representa el 9,38% de la superficie mundial de olivar y el 17,22% si lo relacionamos con la superficie total del olivar europeo.
El 73% de la superficie plantada de olivar es tradicional. Las plantaciones modernas en copa suponen el 18,5% de la superficie y el olivar moderno en seto ha aumentado su presencia en el territorio griego, actualmente con un 8,5% del total de las plantaciones.
En cuanto al riego asistido artificialmente de la tierra, asciende por poco al 19,40% del área, con el 80,60% del área plantada en régimen de secano.
Las principales variedades de aceitunas para la producción de aceite de oliva son Koroneiki, que representa el 50-60% de los olivares del país, Mastoidis y Adramiti.
Respecto a la localización de las plantaciones de olivar, éstas se localizan en 50 de los 54 municipios del país pero casi el 85% de la producción se concentra en tres regiones principalmente: Peloponeso (42%), Creta (31%) y en las Islas Jónicas (12%). Las principales zonas de cultivo de olivos en estos lugares son Mesenia e Ilia (Peloponeso), Iraklion y Chania (Creta) y Corfú (Islas Jónicas).
Existen 778.660 parcelas de olivar caracterizadas por su reducida dimensión con un tamaño medio de 1,39 hectáreas/parcela. Ello conlleva a una excesiva fragmentación del sector productor, lo que dificulta la mecanización del cultivo y la transformación a plantaciones eficientes. La excesiva parcelación, entre otros factores, lleva a que la rentabilidad económica sea muy reducida, afectada por las fluctuaciones de los precios en origen.
Grecia, que es el tercer país con mayor producción oleícola, tiene una cosecha media 1,64 millones de toneladas de aceitunas. Del total, el 86% tiene como destino la producción de aceite de oliva y el 14% es destinado a aceituna de mesa.
La productividad media de las plantaciones es de 0,289 toneladas/hectárea y de 1,5 toneladas/hectárea de aceituna de mesa. Esta cantidad, aunque muy elevada, sigue siendo inferior en un 50% a la productividad alcanzada por España, que es la primera en ese ranking.
Se obtienen 287 mil toneladas de aceite de oliva, con un rendimiento medio del 19%. Es el primer productor de aceite de oliva virgen extra del mundo, ya que el 75% del aceite de oliva producido es virgen y virgen extra y el 25% aceite de oliva virgen lampante. El aceite de oliva griego destaca por su excelente calidad.
La industria griega tiene dos pilares fundamentales que la sostienen: el aceite de oliva y las aceitunas de mesa.
En concreto, Grecia tiene 574 almazaras, 27 extractoras de orujo, 7 refinerías y 176 entamadoras.
El número de almazaras, ha experimentado una importante reducción en términos cuantitativos, en 2012 estaban activas 2.200 almazaras frente a las 574 existentes en la actualidad.
Dicha reducción viene motivada por la búsqueda de la eficiencia, facilitar el establecimiento de estándares para el control de la calidad y la reducción de costes de producción a través de la implementación de economías de escala. Para ello están realizando importantes esfuerzos en pro de la concentración de los primeros eslabones de la cadena de valor oleícola, que en la actualidad se caracteriza por la excesiva fragmentación.
Una parte importante del aceite de oliva que se produce en Grecia procede de prensas de aceituna pertenecientes a empresas familiares de reducida dimensión. Aunque el sistema predominante es el sistema de extracción continuo de tres fases y en menor medida de dos fases.
El sector oleícola genera un volumen de negocios de 1.089 millones de euros y emplea a casi 94.000 personas, con 21,4 millones de salarios dedicados al cultivo del olivo e industrias relacionadas.
El consumo interno alcanza las 125.000 mil toneladas. Es el mayor consumidor per cápita del mundo, llegando a los 11,99 litros por persona y año y supone el 5% del gasto en alimentación. El consumidor griego es exigente, adquiere aceite de oliva de alta calidad y valora el perfil organoléptico del aceite de oliva sea estable de una campaña con respecto a otra.
Grecia exporta de media 20 mil toneladas de aceites de oliva, teniendo como principal mercado de destino los países de la Unión Europea y particularmente a Italia, que adquiere las tres cuartas partes del aceite de oliva exportado. El resto se comercializa en el mercado interno.
En el ámbito del consumo, Grecia destaca por ser el país en el mayor consumidor per cápita del mundo, con un consumo de aceite de oliva de 11,99 litro por persona y año. Supera con creces la media mundial, que se sitúa en 0,45 litros por persona y año.
Del total de grasas animales y vegetales que se consumen en el país, el 44% es de aceites de oliva,el17% de grasas animales y el 39% del resto de grasas vegetales . Respecto al mundo, el 3,93% del aceite de oliva que se consume a nivel internacional es consumido por los griegos.
Algo más de dos tercios del aceite de oliva consumido se destina al consumo humano y el tercio restante a uso industrial.
El perfil del consumidor griego es hombre en mayor proporción que mujeres (50,7% respecto a 49,3%), de más de 50 años (70%). El 41% del consumo es realizado por familias con hijos. El 52% de los comprador de aceites de oliva mayoritario tiene un nivel de ingresos medio, seguido de los consumidores de renta alta (25%) y los consumidores de renta baja que suponen el 23%.
Si nos referimos al nivel formativo, el mayor consumo se aprecia en las personas con nivel de estudios medio-altos, de educación secundaria (35)% y universitaria (38%). Es decir, algo más de 7 de cada 10 litros de aceites de oliva se consume por personas con estudios de secundaria y universitaria.
La tradición y cultura en el consumo de aceite de oliva griego también se traduce en la búsqueda de un consumo de alta calidad del producto, por lo que la gran mayoría del aceite consumido es Virgen Extra.El 60% del aceite de oliva que se consume en Grecia es Aceite de Oliva Virgen (12%) y Virgen Extra (48%). El resto de la producción, el 40% se corresponde con la categoría Aceite de Oliva (39%) y Aceite de Orujo de Oliva (1%).
El formato preferido por los compradores griegos es el envase de cristal, lo que va en consonancia con la demanda de aceites de oliva virgen extra, que por norma general se presenta en envases de cristal. El envasado en lata también es bastante demandado, 30% y el formato PET supone el 20%.
Según el uso mayoritario que le dan al aceite de oliva adquirido, el 40% es destinado a su consumo en crudo, el 30% para cocinar y el 30% para freír y asar.
La mayor parte del aceite de oliva se consume en los hogares (60%) y el resto (40%) fuera del hogar.
De este 40% de consumo fuera del hogar, el 25% es consumido por la bares y restaurantes y otro 25% en la hostelería, en el sector educativo se consume un 20%, el 20% en industrias de transformación y el 15% se consume en hoteles.
Casi el 60% es adquirido en supermercados (37%) e hipermercados (22%), en almazaras, envasadores u otros puntos de venta se adquiere el 30%, el 9% es adquirido por internet y el restante 2% comprado en tiendas tradicionales.