El pasado martes 9 de agosto se conmemoró en Japón el 77 aniversario del bombardeo atómico de Nagasaki. En dicho acto, su alcalde aprovechó para recordar que el posible uso de este tipo de armas de destrucción masiva no es un temor sin sustento, sino que se trata de una realidad tangible, aludiendo a la crisis bélica existente entre Rusia y Ucrania, y que está tensionando las relaciones internacionales.
Resaltó, además, las nefastas consecuencias del uso de estas armas, recordando lo sufrido en su país, donde más de 400.000 personas desde entonces han perdido la vida, quedando destruidas por completo más del 40% de Nagasaki y de Hiroshima, que fue bombardeada 3 días antes; siendo las dos únicas ciudades que han sufrido un ataque atómico, hasta ahora.
Japón, tras dichos ataques, y el fin de la II Guerra Mundial, renunció, y así lo recoge su constitución, a su derecho a declarar la guerra. No obstante, el país mantiene Fuerzas de Autodefensa que están clasificadas como el cuarto ejército más poderoso del mundo.
En la actualidad, Japón está involucrado en varias disputas territoriales con sus vecinos Rusia, China y Corea del Sur; por lo que se está planteando, tras doblar su presupuesto militar al 2 % del PIB, rearmarse con armar nucleares.
Respecto a su población, Japón tiene la segunda esperanza de vida más alta del mundo, principalmente debido a su gastronomía y cultura, muy vinculada al cuidado del cuerpo y la mente, en pro de la longevidad.
El sector agrícola japonés representa aproximadamente el 1,2 por ciento del PIB del país. Solo el 11,5 por ciento de la tierra de Japón es apta para el cultivo.
Japón es un país insular que se extiende a lo largo de la costa Pacífica del este de Asia. La isla principal es Honshu, la particularidad del archipiélago japones es que ningún punto de japón esta a más de 15 kilómetros del mar. Caracterizada por sus densas ciudades, parques naturales, templos, palacios, santuarios y amplia vegetación, Japón no podía quedarse atrás en el mundo de la olivicultura.
Es un país tanto productor como consumidor de aceite de oliva. La educación del sector olivícola y oleícola forma una parte muy importante en la investigación y educación del sector alimentario y agrícola. Es uno de los mercados más exigentes para la importación, ya que esta muy arraigado el concepto de dieta saludable y las cualidades del aceite de oliva atraen la atención de los consumidores japoneses.
Actualmente tiene 510.000 hectáreas de olivar. Se posiciona en quincuagésimo lugar en superficie de cultivo del mundo, en el cuadragésimo tercero en producción de aceite de oliva y el quincuagésimo noveno puesto en producción de aceitunas de mesa. Del total de producción, el 99,4% corresponde a aceite de oliva y el 0,6% a producción de aceitunas de mesa.
Con respecto al cultivo, el tradicional se representa en un 9,9%, predominando el cultivo intensivo con un 84,2%, y, por último, el superintensivo con un 5,9%. Del total de cultivo, pertenece a secano un 100%, no teniendo presencia en Japón el cultivo de regadío (0%).
Produce 300 toneladas de aceite de oliva, de las cuales no se comercializa nada a otros países. Del total de aceite producido, el 90% pertenece a un aceite de una calidad superior (virgen o virgen extra), el restante 10% pertenece a un aceite de una calidad más inferior como podría ser aceite de oliva lampante. Además, produce 10 toneladas de aceitunas de mesa, de las cuales tampoco se comercializan a otros países.
Japón tiene 217 parcelas de olivar, las cuales tienen un tamaño medio de 2,35 hectáreas. Por hectárea se consigue 0,592 toneladas de aceite por cada hectárea, así como 3,480 toneladas de aceitunas de mesa por hectárea.
Tiene presentes 30 almazaras y 1 entamadora, no posee orujeras, ni refinadoras. El volumen de negocio del sector oleícola en este país es de 0,098 millones de euros, lo que se traduce en más de 45 mil jornadas reales.
Del total de grasas animales y vegetales que se consumen en Japón, corresponden con el consumo de aceite de oliva el 2%, lo que supone 75.000 toneladas de aceite de oliva.
En cuanto al perfil del consumidor, lo consumen el sexo másculino más que el femenino, situándose respectivamente en un 53,6% y un 46,4%. Con respecto a las edades, a medida que la población es más mayor, en mayor porcentaje consumen el aceite de oliva, predominando las personas con edades entre 50 y 65 años con un 38%.
En función de la estructura familiar, su consumo se iguala en familias de mediana edad con hijos y solteros o viudos con un 21%. Aquellas personas que tienen un nivel de renta media-baja, consumen más aceite de oliva que aquellos que tienen una renta baja. Situándose el consumo en las personas que tienen una renta media en el 38%, renta baja en un 17%, renta alta un 45%.
Con respecto al porcentaje de consumo de aceites de oliva según el nivel de formación académica, se nota de manera significativa, como aquellas personas que tienen unos estudios superiores (universitarios), consumen en mayor proporción el aceite de oliva con respecto a aquellos que prácticamente no tienen estudios algunos. Situándose con un 46% estudios universitarios, y por el contrario un 5% las personas sin estudios.
Según la tipología de aceites de oliva, el 80% consumen aceite de oliva virgen extra, y en menor medida aceite de oliva virgen con un 15%, un 5% aceite de oliva, y no consumen aceite de orujo de oliva. En función del envase, consumen más aceite de oliva en el envase de cristal (61%), seguido del envase de PET (20%). El uso del aceite de oliva en Japón se da casi a partes iguales tanto en crudo (40%), en la cocina (39%) y, dónde menor es su uso es para freír alimentos (6%).
En función del establecimiento donde se adquiere el aceite, predomina notablemente la adquisición en los hipermercados (60%), y en menor medida en los supermercados (20%), internet (8%), y tienda tradicional (8%).
Además, el 74% de las personas que consumen aceite de oliva lo hacen dentro de sus propios hogares, el restante 26% fuera del hogar. Fuera del hogar los establecimientos donde predomina este consumo es en industria conservera (40%), hoteles e industria de transformación alimentaria (20%), bares y colectividades (10%)