Cuando el amor juega a los dados, es una obra literaria de ficción romántica, escrita por el autor Jerónimo Durán García, natural de Hornachos, provincia de Badajoz, donde se desarrolla la historia de amor relatada en su novela.
Hornachos, situada en la Comarca de Barros, es un municipio que fue un asentamiento romano de paso hacia la Augusta en la época romana y otro asentamiento mudéjar y morisco de la Corona de Castilla en la Edad Moderna. Situado en un enclave natural, que lo hace único, está rodeado de bosque y matorral mediterráneo, dehesas, y cultivos de cereal, con olivos y viñedos, típicos de la comarca donde se ubica.
En este enclave se desarrolla la historia de amor y de desamor de algunos de sus protagonistas. Ellos recrean, sueñan, desean incesablemente a aquella persona con la que compartir su vida, ambas unidas. Cegarse ante la realidad, que le provoca enfrentamiento contra ellos mismos y todo lo que les rodea, sin pararse a pensar que el amor, guiado por Cupido, juega a veces a los dados, por pura diversión y todo queda a expensas del azar. Alegría, pena, amor, desamor, amistad, desengaño, el miedo de no ser correspondido y el querer querer sin compartir son todos los sentimientos que aparecen en las palabras del autor.
Relata las fiestas tradicionales de los pueblos, donde basta un espacio abierto rodeado de olivar, para dar encuentro a fiesta y diversión, donde jóvenes y no tan jóvenes, se conocen, bailan y disfrutan hasta el amanecer. Y es que unas de sus fiestas, es la fiesta del olivar, ya que tiene lugar en las inmediaciones de este cultivo, que además de dar nombre a la fiesta típica del pueblo, da servicio a otros menesteres, ya que el olivo, meramente tradicional de gruesos troncos retorcidos y gran copa da abrigo a las parejas que intentan proteger su intimidad bajo sus ramas.
(…) las noches perfectas para hacer el amor debajo de los olivos, donde los amores rotos, los sueños imposibles, la melancolía y la pena por bandera ponen fin, frente a la unión de dos personas, que sin saberlo se aman profundamente. Bajo la luz de la luna y el brilllo de las estrellas, dejan que sus cuerpos hablen por ellos (…)