Perú es un país que produce aceite de oliva al igual que lo consume. La producción se concentra en el sur del país, mayoritariamente en las regiones de Tacna y Arequipa, y también en menor medida en Ica, Lima, La Libertad y Moquegua. En Perú todavía existen los olivos más viejos que se plantaron en América del sur (S.XVI). Algunos de ellos son mantenidos en forma artesanal por descendientes de pobladores autóctonos, produciendo aceites de olivos centenarios de excelente calidad, y la mayor parte de las aceitunas de mesa derivan de esos viejos olvios que fueron multiplicados y hoy dan nombre a la llamada variedad “Criolla”
El país tiene 33.527 hectáreas de olivar y se sitúa en puesto número 25 en superficie de cultivo y el número 26 en producción de aceite de oliva. Pero cabe destacar que se sitúa en el puesto séptimo en producción de aceitunas de mesa.
De la totalidad de sus cultivos, tiene mayor relevancia los olivares tradicionales, situándose en un 63,9%, seguido del cultivo intensivo 19,6% y por último el superintensivo 16,5%. EL 90% del cultivo corresponde a secano, y el restante 10% a regadío.
El porcentaje de producción del olivar con destino a elaborar es del 16,3% aceite de oliva y 83,7% elaboración de aceitunas de mesa. Produce 3.300 toneladas de aceite al año, de los que la totalidad es consumido por la población interna del país. De este aceite, el 70% corresponde a un aceite de alta calidad, como podría ser el aceite de oliva virgen o virgen extra, y el restante 30% corresponde a un aceite de una calidad inferior.
Las variedades de aceituna más importantes presentes en el país son: Criolla, Manzanilla, Gordal, Kalamata, Picual y Arbequina.
Con respecto a las aceitunas de mesa, se producen 121.339 toneladas, de las cuales se exportan 29.330 y se consumen al año 80.000 entre la población interna del país.
El país tiene un total de 6.781 parcelas de olivar, con un tamaño medio de 4,94 hectáreas. La productividad por hectárea es de 0,605 toneladas de aceite de oliva y 4,322 toneladas de aceitunas de mesa.
En cuanto al volumen de negocios generado por el sector oleícola, es de 125,99 millones de euros, además tiene un total de 1.364.881 jornadas anuales en el sector oleícola e industrias afines. Además, cuenta con 9 almazaras y 90 entamadoras.
Del total de grasas animales y vegetales, corresponde al aceite de oliva en este país 0,6%. Los habitantes de este país consumen una media de 0,10 litros por persona y año.
En función del perfil del consumidor, consumen las mujeres un 50,3% y los hombres un 49,7%. El porcentaje de consumo es mayor en personas que tienen edades comprendidas entre 50 y 65 años (37%), seguido de mayores de 65 años (26%).
El porcentaje de consumo de aceites según la estructura familiar, predomina el consumo en familias jóvenes con hijos (21%), al igual que familias de mediana edad con hijos (21%), seguido de personas solteras o viudas (20%).
En función del nivel de renta, consumen mayor porcentaje de aceite de oliva aquellas personas que tienen una renta media- alta. Además, en función del nivel de formación académica, consumen mayor proporción de aceite de oliva las personas que tienen estudios universitarios, situándose en un 44%.
De la totalidad de aceites de oliva, se consumen en un porcentaje bastante significativo el aceite de oliva virgen extra (52%), seguido del aceite de oliva (35%). El envase donde el consumo de aceite es mayor es en el PET (50%), seguido del envase de cristal (48%).
Según el uso al que se destine el aceite, tiene mayor relevancia el consumo en crudo, como condimentos en ensaladas (40%), seguido del uso en la cocina (35%). Dónde menor es el consumo es para freír (10%).
En el establecimiento que se adquiere con mayor frecuencia es en el supermercado (40%), seguido de los hipermercados (25%). El 9% de los usuarios que consumen aceite de oliva lo compran a través de internet.
El 81% consumen el aceite en el hogar, el restante 19% se consume fuera del hogar. Fuera del hogar el establecimiento que es más significante es en bares y restaurantes, así como hoteles.