El Papa Francisco, la mayor representación de la Iglesia Católica y por ello de Cristo en la Tierra, se le otorga la dirección de la iglesia y el primado apostólico, su autoridad espiritual no solo se ejerce en las 44 hectáreas del Estado del Vaticano, sino que incide en más del millón de católicos presentes en el mundo.
El Obispo de la Iglesia suele viajar a diferentes partes del mundo, sobre todo donde existe convulsión social, irrespeto a la vida, y persecución a grupos minoritarios religiosos. En sus viajes no descarta citarse con los altos cargos de gobierno de los países que visita, siempre con el objetivo de difundir su mensaje generando paz y prosperidad.
En una de sus visitas, El Papa Francisco se citó con el presidente de los EEUU Donal Trump, tras un saludo apaciguador en la ciudad del Vaticano, ambos dialogaron e incluso bromearon durante más de media hora, e intercambiaron libros y documentos en pro de la mejora mutua. Trump entregó un conjunto de cinco libros de la primera edición del líder estadounidense de derechos civiles Martin Luther King asesinado y El Papa obsequió a Trump con una copia firmada de su mensaje de Paz del 2017 cuyo título es «No violencia – Un estilo de política para la paz», una copia de su carta encíclica de 2015 sobre la necesidad de proteger el medio ambiente de los efectos del cambio climático y consideraba fundamental, que en su obsequio no debía de faltar un pequeño olivo (no se sabe si presagiando las relaciones posteriores del mandatario con su fruto, la aceituna, y el zumo procedente de éstas, el aceite de oliva) esculpido símbolo de la Paz. Y al entregárselo a Trump le mostró sus deseos y la simbología de su regalo: «Es mi deseo que te conviertas en un olivo para construir la paz«.
El Papa, amante de AOVE y del olivar, así lo demuestra con el esmero y cariño que deposita en su almazara particular, con la gratitud que recibe cada año el aceite elaborado por los presos de Sollicciano en el Castello di Nipozzano y es que su pasión por el AOVE y no en vano, también ostenta un manual de la edición en Castellano de la obra La Olivicultura Internacional, que el miembro de nuestro equipo Sergio Caño, entregó en Recepción Papal, sin duda, el olivo símbolo irrefutable de paz y prosperidad acompañan al Papa Francisco y están presentes en la divulgación de su palabra, y desde aquel momento del Presidente Trump, deseando dicha entrega haga al Mandatario potenciar su amor por dicha filosofía de vida que es el vínculo por la olivicultura, sus frutos, la aceituna, y su néctar, el aceite de oliva.