El país mas meridional y de menor extensión de los países nórdicos, es Dinamarca, caracterizado por tener inviernos muy fríos, una gran masa de terreno forestal, baja densidad de población y ser considerado uno de los mejores sitios del mundo para encontrar la felicidad.
Este país ostentó en 2018 la medalla de plata a los premios Future Policy por su Plan de acción orgánico. Que incluía una serie de propuestas y estrategias destinadas a duplicar la superficie de cultivo dedicada a cultivos orgánicos. Tanto es así, que, en 2007, la agricultura orgánica ocupaba 150.000 hectáreas, el 5,5% de las tierras cultivables del país, y en 2018 esta superficie aumentó a mas de 245.000 hectáreas, equivalente al 9%. Para ello, el gobierno ha impulsado medidas para que la demanda de los productos orgánicos aumente y ha estimulado la investigación y desarrollo de nuevos productos y procesos tecnológicos. Siendo Dinamarca uno de los países donde la producción del sector primario está más profesionalizada y automatizada.
Hoy Dinamarca tiene la mayor cuota de mercado de productos orgánicos en el mundo, ya que cerca del 80% de los daneses adquiere productos orgánicos.
Las características geográficas y climáticas de Dinamarca son especialmente aptas para la agricultura cerealista (cebada, avena, trigo y centeno), forrajera y otros cultivos como lino, cáñamo, lúpulo y tabaco, lo que facilita la automatización de procesos. El 80% de la producción agrícola danesa se destina a la fabricación de forrajes y piensos y alrededor del 85% de las explotaciones de Dinamarca tienen menos de 50 ha siendo la mayoría de propiedad familiar.
Con su Plan de acción orgánico, se ha fomentado la creación de huertos urbanos familiares para el autoconsumo, en el que los daneses, tienen la posibilidad de cosechar sus propias frutas y verduras. Pese a la climatología que impera en Dinamarca, los daneses han conseguido que los cientos de olivos cultivados en sus huertas logren sobrevivir a los duros inviernos nórdicos, para ello, como si de un verdadero tesoro se tratara, los cultivan en las zonas más resguardadas del huerto, miman y cuidan con esmero, para poder recolectar el diamante verde de sus frutos, la aceituna y con ello, poder elaborar el primer AOVE danés.