Gracias a Paul Salopek, un escritor y periodista ganador de numerosos premios entre los que se encuentran los premios Pulitzer, que se ha adentrado en una odisea multianual de más de 33.000 kilómetros en los que ha narrado numerosas historias a través de los lugares por los que viaja, revelando la forma de vida de todos aquellos con los que comparte viaje. Siguiendo los pasos de nuestros antepasados.
Una de sus caminatas lo llevó cerca de Bassi, en Rajasthan, India, donde cada árbol representa un oasis, como un pequeño santuario, como de si de un santo se tratara, donde poder sentarse, a menudo en compañía de un Dios.
Paul divisó un pequeño bosque en ese paisaje árido, lo describió como troncos rechonchos, ramas nudosas, hojas que revolotean, un contraste de plata y cuero verde que se funde en la brisa.se trata de olivos, el regalo de Atenea a los griegos.
Pese a que el olivo se introdujo en La India apenas hace una década, y su uso se rescinde al medicinal y como ungüento para masajes, fue a través de un funcionario indio enamorado de los olivos de Israel, el que inició un experimento agrícola donde introdujo el olivo en el país. El experimento lo conforman 2135 olivos principalmente de la variedad arbeqina, distribuidos en 7 parcelas en el distrito de Bassi. Todavía no se han obtenido producciones comerciales ya que en Bassi, no se acumulan suficientes horas de frio para el olivo, lo que provoca que muchos de ellos se defolien. Este hecho ha originado que dentro del experimento inicial, se haya desarrollado el procesado de las hojas de olivo para su utilización como te de olivo.
Como dijo Plinio, filósofo romano, hay dos líquidos agradables para el cuerpo, aceite afuera y vino adentro. Y es que las aceitunas, así como el olivo, han sido y son considerados como un sacramento poderoso.
Moulik, es el gerente de la compañía encargada de llevar a cabo el experimento a la realidad, y se encarga de comercializar el té de olivo. La fábrica se encuentra próxima a las parcelas experimentales de olivo, y una vez recepcionadas, se secan y se trituran para posteriormente mezclarlas con hierba de limón, menta e incluso albahaca, hierba sagrada para los hindúes. Esta combinación hace que el resultado sea un té con un sabor refinado, delicioso, difícil de definir por la inmensidad de matices que presenta. A toda esta magnitud sensorial, tanto olfativa como gustativamente se le debe de añadir de las propiedades antioxidantes, anticancerigenas y cardiovasculares que presenta este singular té gracias a su ingrediente principal. La hoja de olivo.