La decisión de imponer aranceles a la aceituna negra española por parte del gobierno de Trump, ha trascendido a nivel internacional, dando pie a diversas situaciones.

Prueba de ello es que Putin (presidente de la Federación de Rusia desde el año 2000 , salvo el período 2008-2012, que fue primer ministro por imperativo legal), en una distendida conversación con Bolton, del gobierno de los EE.UU., hace referencia al escudo original de América creado por sus fundadores, donde aparece un águila con un pergamino en una pata y 13 ramas de olivo y 13 aceitunas en la otra, indicando que “el águila se ha comido todas las aceitunas”, ya que en nuevas versiones, a veces, no aparecen. No se sabe bien si este símil lo utilizó como indicativo de que EE.UU. se podía quedar sin el preciado fruto, o si su interlocutor tenía “intereses poco amigables”, al atribuir a la aceituna española el simbolismo de obsequio de amistad y acercamiento.

Donald Trump, 45º presidente de los EE.UU. desde enero de 2017, inició una campaña de autoprotección y cierra de fronteras. Fiel a su estrategia proteccionista, atiende cualquier llamada de las empresas nacionales para beneficiarlas frente a las extranjeras. Fruto de ello, a finales de 2017 y atendiendo a la demanda de dos empresas de california, aprobó un arancel a la importación de aceituna negra en conserva, conocida como aceituna estilo español. En 2018 aumentó dicho impuesto hasta llegar al 40%, lo que ha provocado un descenso considerable en las importación, y unas pérdidas por encima de los 20 millones de euros a las empresas aceituneras.

Si bien este cierre de fronteras mediante imposición arancelaria sólo afecta a la aceituna negra estilo español, bajo la justificación de los incentivos que recibe en origen, en concreto por la PAC europea; el resto de productos agroalimentarios, también beneficiarios de dicha ayuda, están en situación de alerta, ya que, de extender dicha medida, se verían seriamente perjudicados al ser EE.UU. uno de los principales importadores y consumidores de estos productos.

Si bien, como es conocido y a diferencia de la aceituna aderezada, EE.UU. no tiene capacidad, actualmente, de satisfacer la demanda interna con la producción propia. Por ello, de momento, no se espera que dicha medida, fomentada por dos importantes industrias estadounidenses de aceituna aderezada, se extienda al resto de productos, como el aceite de oliva; cuyo consumo interno es superior a las 317.000 t, y su producción se sitúa en torno a las 15.000 t de aceite de oliva.

Por tanto, sigue dependiendo de las importaciones de aceite de oliva virgen extra para su consumo interno, aunque, se debe tener en cuenta, que la “despensa internacional” cada año es más amplia.

*Foto: Jorge Silva / Reuters